24 de octubre de 2015 / 12:29 PM
Los trabajos del Sínodo de los Obispos sobre la Familia terminaron este sábado y entre los diversos puntos que aparecen en el documento final, está el de los divorciados vueltos a casar; y también el de aquellos que estando separados o habiendo llegado al divorcio han decidido permanecer fieles al vínculo del matrimonio y no están en una nueva unión.
Sobre estos últimos, el numeral 83, aprobado por 248 votos contra 12, señala: "el testimonio de los que incluso en condiciones difíciles no ingresan en una nueva unión, permaneciendo fieles al vínculo sacramental, merece el aprecio y el sostenimiento de parte de la Iglesia. Ella quiere mostrarles a ellos el rostro de un Dios fiel al su amor y siempre capaz de volver a darles fuerza y esperanza. Las personas separadas o divorciadas pero no vueltas a casar, que con frecuencia son testimonio de la fidelidad matrimonial, son alentadas a encontrar en la Eucaristía el alimento que los sostenga en su estado".
El tema de los divorciados en nueva unión aparece en el documento final bajo el subtítulo "Discernimiento e integración" y está en los numerales 84 (aprobado por 187 votos contra 72), 85 (178 a favor, 80 en contra) y 86 (190 a favor, 60 en contra).