La homilía de la misa matutina del Papa Francisco en la residencia Santa Marta ha tenido como protagonistas a aquellos que tienen la tentación de hacer negocio en las parroquias en lugar de servir para que la gente se encuentre con el Señor.
El Pontífice ha comentado el popular pasaje del Evangelio en el que Jesús expulsa a los mercaderes del templo. Según ha explicado, Jesús actúa de esta manera porque "el templo había sido profanado", profanado "con el pecado tan grave que es el escándalo".
Comentando la escena, el Santo Padre ha explicado que "la gente es buena, iba al Templo, no tenía en cuenta estas cosas; buscaba a Dios, rezaba… pero debía cambiar las monedas para poder hacer ofrendas".