Un grupo de activistas pro-vidas contribuyeron al cierre definitivo de una clínica de abortos en Rockford, estado de Illinois (Estados Unidos), que funcionó casi 40 años incumpliendo las normas de los códigos de salud estatal.
En declaraciones a ACI Prensa, el director ejecutivo del grupo Pro-Life Action League de la ciudad de Chicago, señaló que el cierre "es una increíble victoria" para el activismo pro-vida.
"Estamos emocionados" por esta decisión, dijo a su turno Thomas Brejcha, presidente y jefe de consejeros de la Thomas More Society. "Las condiciones dentro de la clínica era abominables. Era un claro peligro para la salud pública", añadió.