El Presidente de Estados Unidos, George W. Bush, afirmó esta mañana que “los católicos se han sacrificado en toda la historia estadounidense porque entienden que la libertad es un don divino que conlleva serias responsabilidades”, durante su intervención en el segundo desayuno católico nacional realizado en Washington D.C.
“Entre esas grandes responsabilidades se encuentra la protección de los miembros más vulnerables de la sociedad”. Recordó también que la defensa de la vida humana “era parte esencial del mensaje de Juan Pablo II quien la proclamó incansablemente y durante toda su vida”.
Por su parte, el Arzobispo de Denver, Mons. Charles Chaput, instó a los católicos a hacer que sus voces se oigan en la vida pública. Los católicos ven la política “como parte de la historia de la salvación. Para nosotros, nadie está de más en esta vida. Cada persona es importante. Y uno de nuestros deberes más importantes es usar nuestros dones para la gloria de Dios y para lograr el bien común”, manifestó.