22 de diciembre de 2017 / 04:18 PM
Cuanto más tiempo trabajaba Ramona Trevino en Planned Parenthood, más preocupada se volvía su conciencia. La exgerente de una de las clínicas de la multinacional del aborto justificaba su trabajo diciendo que desempeñaba su labor en una instalación en la que no se mataban a bebés no nacidos.
Sin embargo, acabó renunciando a su puesto cuando salió a la luz que los empleados del abortorio estaban lastimando a las mujeres más que ayudándolas.
"Sabía que lo que estaba haciendo estaba mal", dijo Trevino en una entrevista con la Fundación Daily Caller News. A la par que afirmó: "Estaba involucrada en una organización demoníaca. No hay otra palabra que puedas usar para lo que ocurre".