Cerca de 30 mil personas se manifestaron el sábado pasado a favor de la vida desde la concepción hasta la muerte natural y contra cualquier intento de legalizar el aborto en el Perú, durante la multitudinaria Marcha por la Vida que se realizó en la ciudad norteña de Piura.

Al término de la marcha, el Arzobispo de Piura y Tumbes, Mons. José Antonio Eguren, agradeció la asistencia de los miles de fieles y reiteró el compromiso de la Iglesia de proclamar "el carácter sagrado e inviolable de cada vida humana desde su concepción hasta su fin natural con la muerte", un derecho que no es una verdad de fe, aunque reciba de la fe una nueva luz y confirmación, sino que "está inscrito en la misma naturaleza humana".

"Si la Iglesia hace suya la causa de los Niños por Nacer es porque 'el hombre es el camino primero y fundamental de la Iglesia' y porque nada de lo humano le es ajeno al Evangelio que Ella anuncia por mandato de su Señor. La Iglesia no puede abandonar jamás a la persona humana, especialmente a un concebido no nacido, a un Niño por Nacer, que es el más pobre entre los pobres porque no tiene siquiera voz para defenderse", afirmó.

En ese sentido, denunció el reciente intento del Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas para que el Perú despenalice el aborto para los casos de violación e incesto.

"En estos momentos en que hay peligro de guerra nuclear entre las Coreas, en que hay hambre en África y otras regiones del mundo, en que hay guerras, terrorismo mundial y otros gravísimos problemas internacionales, a la ONU le preocupa la promoción del aborto en el Perú y además de manera desconcertante declara que prohibir el aborto se equipara a la tortura", denunció.

Mons. Eguren recordó que este comité fue "creado para velar por los más inocentes y vulnerables" y no para atacarlos a través del crimen del aborto, "más aún cuando la Convención de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas, reclama la protección de los niños, incluso su debida protección legal, tanto antes como después del nacimiento".

"Se dirá que el pedido de la ONU es sólo para el caso de violación, pero no olvidemos la experiencia de otros países como los Estados Unidos, donde hace 40 años atrás en base a un solo caso de violación, y que además resultó falso, terminó abriendo las puertas al aborto en cualquier circunstancia y tiempo de gestación", advirtió.

Durante la marcha, el Arzobispo bendijo a unas 300 mujeres gestantes. Además se rezó por las mujeres que quieren tener un hijo y no pueden, así como por aquellos que han participado en un aborto para que alcancen en la misericordia del Señor la sanación y la paz.