Mons. Georg Gänswein, quien fue desde 2003 secretario personal de Benedicto XVI, asegura en sus memorias que para el fallecido Pontífice el motu proprio Traditionis custodes, que restringe la celebración de la Misa tradicional en latín, fue "un error".
Así lo afirma el Arzobispo alemán en su libro de memorias "Nient'altro che la verità. La mia vita al fianco di Benedetto XVI" ("Nada más que la verdad. Mi vida junto a Benedicto XVI").
"El 16 de julio de 2021 Benedicto XVI descubrió, hojeando L'Osservatore Romano de esa tarde, que el Papa Francisco había dado a conocer el motu proprio Traditionis custodes sobre el uso de la liturgia romana anterior a la reforma de 1970", recuerda Mons. Gänswein en la página 288 del libro publicado en italiano.
"La temática era idéntica a la del motu proprio Summorum Pontificum, que él había promulgado el 7 de julio de 2007, y también la manera de comunicación era la misma, mediante el acompañamiento de una carta para ilustrar los contenidos del nuevo texto", prosigue el Prelado.
Por esto, "el Papa Emérito leyó con atención el documento, para comprender su motivación y los detalles de los cambios".
Mons. Gänswein cuenta que cuando le pidió una opinión a Benedicto XVI, este le "contestó que el Pontífice reinante tiene la responsabilidad de decisiones como esta y debe actuar según lo que considera el bien de la Iglesia".
Sin embargo, "a nivel personal, veía un decisivo cambio de rumbo y lo consideraba un error, porque ponía en riesgo el intento de pacificación que se había logrado 14 años antes" con Summorum Pontificum, que liberalizó la celebración de la Misa tridentina.
"Benedicto consideró equivocado prohibir la celebración de la Misa en rito antiguo en las iglesias parroquiales", resalta el Prelado.
Ello porque "es siempre peligroso tener a un grupo de fieles en un rincón, haciéndolos sentir perseguidos e inspirar en ellos la sensación de tener que salvaguardar a toda costa la propia identidad ante el 'enemigo'", concluye el relato el Arzobispo Gänswein.
Con Traditionis custodes, el Papa Francisco suprimió lo establecido en la Summorum Pontificum de Benedicto XVI sobre la Misa tradicional en latín o Misa tridentina, restringiendo su celebración, en la práctica, casi por completo.
Mons. Gänswein concedió recientemente una entrevista al diario alemán católico Die Tagespost, en la que señaló que "el Papa Benedicto leyó el nuevo motu proprio con dolor en el corazón".
Eso "porque su intención había sido ayudar a quienes simplemente encontraron un hogar en la Misa antigua para encontrar paz, para encontrar la paz litúrgica, para alejarlos además de Lefebvre".
El Arzobispo francés Marcel Lefebvre había ordenado en 1988 a cuatro obispos sin permiso del Santo Padre y falleció excomulgado debido a esta grave acción.
Sus seguidores son los miembros de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X (FSSPX).
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El Arzobispo Emérito de La Plata (Argentina), Mons. Héctor Aguer, explicó que las restricciones a la Misa tradicional o Misa tridentina en latín contenidas en el motu proprio Traditionis custodes, no son un avance sino un “lamentable retroceso”.
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El Papa Francisco explicó que tras consultar a los obispos de todo el mundo sobre la aplicación del Motu Proprio del Papa Benedicto XVI Summorum Pontificum, que liberalizaba la celebración de la Misa Tradicional, también llamada Misa Tridentina, descubrió que la pastoral con las personas vinculadas al rito antiguo se estaba convirtiendo en ideología.
Mons. Georg Gänswein, quien fuera secretario de Benedicto XVI, dijo que el Papa Emérito leyó el motu proprio Traditionis Custodes, que restringe la celebración de la Misa tradicional en latín, “con dolor en el corazón”.
