El Papa Francisco reafirmó en su exhortación apostólica Evangelii Gaudium la postura de la Iglesia a favor de los no nacidos y de rechazo del aborto, a la vez que pidió a los fieles hacer más por acompañar a las mujeres que recurrieron a esta práctica empujadas por situaciones duras como una violación o la pobreza extrema.
En el numeral 213 de la exhortación, el Papa señala que la Iglesia quiere cuidar con predilección a "los niños por nacer, que son los más indefensos e inocentes de todos, a quienes hoy se les quiere negar su dignidad humana en orden a hacer con ellos lo que se quiera, quitándoles la vida y promoviendo legislaciones para que nadie pueda impedirlo".
"Frecuentemente, para ridiculizar alegremente la defensa que la Iglesia hace de sus vidas, se procura presentar su postura como algo ideológico, oscurantista y conservador. Sin embargo, esta defensa de la vida por nacer está íntimamente ligada a la defensa de cualquier derecho humano. Supone la convicción de que un ser humano es siempre sagrado e inviolable, en cualquier situación y en cada etapa de su desarrollo".