En su encuentro con los más de 400 obispos de Estados Unidos, realizado al mediodía en la Catedral de San Mateo, en Washington D.C. (Estados Unidos), el Papa Francisco se refirió a la situación de los inmigrantes en el país y pidió acogerlos sin miedo porque "estoy seguro de que, una vez más, esta gente enriquecerá a su País y a su Iglesia".
En su discurso el Papa manifestó que sigue con con atención el esfuerzo que realiza la Iglesia para acoger e integrar a los inmigrantes que llegan a Estados Unidos "con la mirada de los peregrinos que se embarcan en busca de sus prometedores recursos de libertad y prosperidad".
El Pontífice recordó que él mismo viene de una familia de inmigrantes y destacó que la Iglesia en Estados Unidos conoce como nadie las esperanzas que se encuentran en el corazón de cada uno de ellos. El Santo Padre dijo que "ustedes siempre han aprendido su idioma, apoyado su causa, integrado sus aportaciones, defendido sus derechos, promovido su búsqueda de prosperidad, mantenido encendida la llama de su fe. Incluso ahora, ninguna institución estadounidense hace más por los inmigrantes que sus comunidades cristianas".