El Papa Francisco dedicó su homilía de la Misa que celebró esta mañana a reflexionar sobre la pobreza cristiana y explicó que cuando se ayuda a un pobre siempre se debe ir más allá de la simple solidaridad.
El Santo Padre, refiere Radio Vaticano, señaló que "cuando nosotros ayudamos a los pobres, no hacemos cristianamente obras de beneficencia. Esto es bueno, es humano –las obras de beneficencia son cosas buenas y humanas– pero esta no es la pobreza cristiana que quiere Pablo, que predica Pablo".
"La pobreza cristiana es que yo doy de lo mío y no de lo superfluo, incluso de lo necesario al pobre, porque sé que él me enriquece. ¿Y por qué me enriquece el pobre? Porque Jesús ha dicho que Él mismo está en el pobre".