El Papa Francisco exhortó a la comunidad cristiana a no perder la capacidad de asombro ante la encarnación de Dios, porque, "sin asombro, la fe se convierte en una letanía cansada que lentamente se apaga".
Así lo afirmó este domingo 4 de julio durante el rezo del Ángelus dominical desde el Palacio Apostólico del Vaticano. El Santo Padre reflexionó sobre el pasaje evangélico del día donde se habla de la incredulidad de los paisanos de Jesús cuando lo ven predicar en la sinagoga de Nazaret.
El Pontífice llamó la atención sobre el hecho de que los paisanos de Jesús lo conocen, pero no lo reconocen. "Hay diferencia entre conocer y reconocer: podemos conocer varias cosas de una persona, hacernos una idea, fiarnos de lo que dicen los demás, quizá de vez en cuando verla por el barrio, pero todo esto no basta. Se trata de un conocer superficial, que no reconoce la unicidad de una persona".