"No seamos cristianos de apariencia", ha pedido el Papa Francisco en la misa matutina en la capilla de la Casa Santa Marta. Hoy el Pontífice ha dado las claves para ser un buen cristiano en la vida cotidiana, tomando como modelo el Evangelio del día sobre la casa que se construye sobre la roca.
El Santo Padre ha exhortado a ser "santos de la vida cotidiana". "Pensemos en los enfermos, que ofrecen su sufrimiento por la Iglesia y los demás. Pensamos en tantos ancianos solos, que oran y ofrecen", dijo.
"Pensemos en tantas madres y padres de familia que llevan adelante con trabajo a su familia, la educación de los hijos, el trabajo cotidiano, los problemas, pero siempre con la esperanza en Jesús, que no se pavonean, sino que hacen lo que pueden".