Al final de la Audiencia General de este miércoles, el Papa Francisco tuvo palabras de dolor y recuerdo para los cerca de 300 inmigrantes que murieron luego que tres lanchas naufragaran el lunes cuando se dirigían a la isla italiana de Lampedusa.
"Sigo con preocupación las noticias que llegan de Lampedusa, donde se cuentan otros muertos entre los inmigrados a causa del frío a lo largo de la travesía del Mediterráneo. Deseo asegurar mi oración por las víctimas y animar nuevamente a la solidaridad, para que a nadie le falte la ayuda necesaria", expresó Francisco ante los miles de fieles congregados en la Plaza de San Pedro.