"La Eucaristía es un evento maravilloso en el cual Jesucristo, nuestra vida, se hace presente. Participar en la Misa 'es vivir otra vez la pasión y la muerte redentora del Señor. Es una teofanía: el Señor se hace presente en el altar para ser ofrecido al Padre para la salvación del mundo'", dijo entonces Francisco.
En septiembre de este año en un encuentro realizado en la región italiana de Sicilia, el Papa dijo: "En lo que respecta a la participación en la Santa Misa, especialmente en la dominical, es importante no estar obsesionados por los números: los exhorto a vivir la bienaventuranza de la pequeñez, de ser el granito de mostaza, una pequeña grey, un puñado de levadura, una flama tenaz, un grano de sal".
"Cuántas veces he escuchado: 'Ah, yo padre, yo rezo pero no voy a Misa. No voy'. Pero, ¿por qué? 'Porque la homilía me aburre. ¡Dura cuarenta minutos¡' No, cuarenta minutos debe durar toda la Misa y la homilía no más de ocho minutos", señaló el Pontífice.