6 de mayo de 2019 / 09:47 AM
El Papa Francisco se reunió con miembros de la comunidad católica de Bulgaria en la Iglesia de San Miguel Arcángel de Rakovsky a quienes les pidió ser optimistas "para crear esperanza" y a amar "para abrir caminos de Resurrección para todos".
"Quien ama no pierde el tiempo en lamentarse, sino que siempre ve lo que puede hacer en concreto… Como dijo el Papa Juan: 'No he conocido nunca a un pesimista que haya terminado algo bueno'. El Señor es el primero en no ser pesimista y continuamente está buscando abrir caminos de Resurrección para todos nosotros. El Señor es un 'optimista incurable'. Siempre intenta pensar bien de nosotros, de llevarnos hacia adelante, de apostar por nosotros", destacó el Papa.
A su llegada, el Santo Padre fue recibido por dos niñas vestidos con trajes tradicionales que le regalaron un pan típico. Después, junto al párroco y al vice párroco, el Pontífice entró con ellos a la iglesia en donde estaban un cuadro y las reliquias de San Juan XXIII, delante a las cuales el Papa dejó un ramo de flores de color blanco y amarillo, besó el relicario y rezó en silencio.