7 de noviembre de 2014 / 01:20 PM
La gente debe preguntarse por qué somos cristianos, señaló este viernes el Papa Francisco durante el encuentro con los participantes en la asamblea nacional de la Conferencia Italiana de los Superiores Mayores (CISM), a quienes recordó que el anuncio evangélico "es siempre un signo de contradicción" y por tanto nunca es ideológico ni sigue la moda del mundo.
"Ante el testimonio de un hermano o una hermana que vive plenamente esa vida (cristiana) la gente se pregunta: '¿Qué pasa aquí?', '¿Qué lleva a esta persona más allá del horizonte mundano?'. Esto es lo primero: ayudar a la Iglesia a crecer a través de la atracción. Sin preocuparse de hacer prosélitos: atracción", afirmó el Santo Padre durante la audiencia realizada en la Sala Clementina.
En ese sentido, recordó la radicalidad que, aunque deba caracterizar en formas diversas a todos los cristianos, para los religiosos asume la forma de testimonio de profecía. "El testimonio de una vida evangélica es lo que distingue al discípulo misionero y, especialmente, a los que siguen al Señor en el camino de la vida religiosa. Y el testimonio profético coincide con la santidad".