En la Misa que celebró en la Capilla de la Casa Santa Marta, el Papa Francisco medita en la Carta de Santiago y advierte que quienes acumulan riquezas a causa de la explotación de las personas cometen un pecado mortal, y son como sanguijuelas.
El Papa dijo que están equivocados quienes siguen la llamada "teología de la prosperidad", según la cual "Dios te hace ver que andas en justicia si te da tantas riquezas". "No se puede servir a Dios y a las riquezas" dijo el Pontífice, pues las segundas se convierten en "cadenas" que quitan "la libertad para seguir a Jesús".
"Cuando las riquezas se logran con la explotación de la gente… la pobre gente se vuelve esclava". El Papa explicó que en el mundo actual siempre ocurre que las personas llegan y dicen "quiero trabajar", los contratan de septiembre a junio y luego "julio y agosto tienen que comer aire". Estas personas son "verdaderas sanguijuelas" pues viven de la explotación de la gente, viven de esclavizarlas.