El Papa Francisco explicó que los diáconos permanentes no son ni "medio sacerdotes", ni "sacerdotes de segunda", sino que desempeñan una labor fundamental para la Iglesia: el servicio al Pueblo de Dios.
Así lo explicó en la audiencia que concedió en el Vaticano este sábado 19 de junio a los diáconos permanentes de la Diócesis de Roma.
El Santo Padre explicó que, en la Constitución Lumen Gentium, del Concilio Vaticano II, se señala que a los diáconos "se les imponen las manos no para el sacerdocio, sino para el servicio".