El Papa Francisco hizo una sencilla y profunda reflexión sobre María en el Santuario de la Virgen de Caacupé en Paraguay, y explicó que ella es una verdadera Madre que da testimonio de que Dios nunca abandona y que es posible mantener la fe y la esperanza en medio de los tiempos difíciles.
Ante miles de fieles presentes, el Santo Padre dijo que "estar aquí con ustedes es sentirme en casa, a los pies de nuestra Madre la Virgen de los Milagros de Caacupé. En un santuario los hijos nos encontramos con nuestra Madre y entre nosotros recordamos que somos hermanos. Es un lugar de fiesta, de encuentro, de familia".
"Venimos siempre con nuestra vida, porque acá se está en casa y lo mejor es saber que alguien nos espera".