El Papa Francisco celebró este martes en la Basílica de San Pedro la Misa por los cardenales y obispos fallecidos en los últimos doce meses, donde recordó que quien es ministro de Jesús "no puede dejar de ser, a su vez, un Pastor dispuesto a dar la vida por las ovejas".
En su homilía, el Santo Padre invitó a repensar "con gratitud también en la vocación de estos Ministros sagrados, tal como lo indica la misma palabra que hace referencia a la acción de administrar, es decir servir". "Mientras pedimos para ellos el premio prometido a los 'servidores buenos y fieles', somos llamados a renovar la elección de servir en la Iglesia", señaló.
Francisco dijo que esto "nos lo pide el Señor, quien como un siervo lavó los pies a sus discípulos más estrechos, para que como hizo Él lo hagamos también nosotros". En ese sentido, destacó que Dios fue el primero que nos ha servido. "El ministro de Jesús, venido para servir y no para ser servido, no puede dejar de ser, a su vez, un Pastor dispuesto a dar la vida por las ovejas", afirmó.