Pero la guerra también se da "en nuestras comunidades cristianas, entre nosotros", por lo que aconsejó: "Hagan la paz entre ustedes" y pidió usar el perdón, que es "la palabra clave".
"Si no sabes perdonar, no eres cristiano. Serás un buen hombre, una buena mujer… porque no haces aquello que ha hecho el Señor. Y cada día, cuando rezamos el Padre Nuestro: 'Perdónanos como nosotros perdonamos…' Es un condicional. Buscamos convencer a Dios de ser buenos, cómo somos buenos perdonando: a la inversa. Palabras, ¿no? Como se cantaba en esa bonita canción: 'Parole, parole, parole' (palabras, palabras, palabras), ¿no?". "¡Perdonen!, como el Señor les ha perdonado, así hagan ustedes", pidió.
El Papa también advirtió de que se necesita "paciencia cristiana" y aludió a las mujeres "que soportan por el bien de la familia de los hijos, tanta brutalidad, tantas injusticias: soportan y van adelante con la familia". También los hombres "heroicos están en nuestro pueblo cristiano que soportan levantarse temprano por la mañana e ir al trabajo –muchas veces un trabajo injusto, mal pagado– para volver por la noche, para mantener a la mujer y a los hijos. Estos son los justos", aseguró.