Antes de dejar tierra tailandesa, el Papa Francisco entregó dos obsequios a la Nunciatura en el país, como recuerdo de su vista de cuatro días.
El primero es una medalla conmemorativa diseñada por la artista Daniela Longo, en cuyo lado izquierdo aparece la Virgen de la Asunción, patrona de Tailandia; y en el lado derecho está la Virgen con el Niño Jesús en brazos, venerada en Japón con el título de Virgo de Inventione Christianorum.
Al centro de ambas hay una cruz y sobre esta una hoja de palma, símbolo del martirio. En el borde de la medalla hay 33 semillas, cada una con la inicial del nombre de los 26 mártires japoneses y 7 tailandeses.