En su habitual homilía de la Misa que presidió este viernes en la Casa Santa Marta, el Papa Francisco explicó una fe sin fruto no es una fe verdadera, y explicó que quienes caen en la ideología, son como los demonios que conocen la doctrina pero en realidad no tienen fe.
El mundo está lleno de cristianos que recitan mucho las palabras del Credo y las ponen muy poco en práctica. O de eruditos que encasillan la teología en una serie de posibilidades, sin que tal sabiduría tenga después reflejos concretos en la vida. Francisco dijo que la afirmación del apóstol Santiago es clara "la fe sin el fruto en la vida, una fe que no da fruto en las obras, no es fe".
"También nosotros nos equivocamos a veces sobre esto: 'Pero yo tengo mucha fe', escuchamos decir. 'Yo creo todo, todo...' Y quizá esta persona que dice eso tiene una vida tibia, débil. Su fe es como una teoría, pero no está viva en su vida", subrayó.