El Papa Francisco recibió esta mañana en audiencia a una delegación de la Alianza Evangélica Mundial, una red de iglesias evangélicas en 128 naciones con sede en Nueva York (Estados Unidos) que representa a 600 millones de cristianos evangélicos en todo el mundo.
En su discurso el Santo Padre dijo que 'tengo confianza en que el Espíritu Santo, que suscita en la Iglesia, con su poderoso aliento, el coraje de perseverar y también de buscar nuevos métodos de evangelización, marque el comienzo de una nueva etapa en las relaciones entre católicos y evangélicos".
"Una etapa –dijo– que permita realizar más plenamente la voluntad del Señor de llevar el evangelio hasta los confines de la tierra. Os aseguro mis oraciones por esta causa y también os pido que recéis por mí y mi ministerio'".