Esta mañana, el Papa Francisco presidió la única Misa prevista para su viaje a Albania en la Plaza Madre Teresa de Tirana, y resaltó que esta nación es una tierra de mártires y recordó que Dios nunca defrauda porque está siempre con nosotros, especialmente en los momentos más difíciles.
Bajo la lluvia, unas 200 mil personas llegaron a los alrededores de la Plaza para ver al Pontífice y acompañar la Eucaristía. En su homilía, el Santo Padre reflexionó sobre el pasaje en el que Jesús envía a 72 discípulos para anunciar el Reino de Dios a todos los pueblos, una tarea en la que todo católico debe sentirse comprometido actualmente.