El domingo 3 de abril durante una visita pastoral a Ostia Lido -ciudad costera al oeste de Roma-, el Papa Francisco protagonizó un enternecedor encuentro con las personas mayores, con quienes bromeó diciendo: "Recen por mí, estoy un poco enfermo y viejo, ¡Pero no demasiado!".
Con su característico sentido del humor, el Pontífice, de 78 años de edad, continuó el encuentro comentando las bondades del clima. "Esta es una jornada de tentaciones, podríamos irnos a la playa con este sol, pero en la vida hace falta tomar elecciones", señaló.
El Papa viajó a Ostia para celebrar la Misa en la parroquia Santa María Reina de la Paz, donde encontró a los ancianos, enfermos, jóvenes, y esposos que bautizaron a sus hijos durante el año. "Que no falte la transmisión de la fe, su luz es la mejor herencia que podemos dar a los niños junto al testimonio cristiano", dijo el Pontífice invitando a guiar en la fe a los pequeños, sin esperar a "la Primera Comunión".