Al visitar un centro de padres capuchinos de ayuda a familias sin techo en Irlanda, el Papa Francisco hizo un llamado a los sacerdotes a ser cercanos y perdonar sin "preguntar demasiado" en las confesiones.
El Santo Padre destacó la cercanía y confianza de los capuchinos a las personas que asisten a su centro, pues los sacerdotes "les ayudan sin quitarles la dignidad".
El Papa aseguró que "me ha tocado el corazón" saber que los sacerdotes "nunca piden nada" y "aceptan la vida como viene, dan consuelo y, si hace falta, perdonan".