Esta nueva agresión se produjo ayer domingo 17 de enero, el mismo día en que el Papa Francisco visitando la Sinagoga de la comunidad judía de Roma, como hicieron sus predecesores San Juan Pablo II y Benedicto XVI.
Según lo informado por los medios oficiales del Patriarcado Latino de Jerusalén, algunos de las pintas en las puertas y paredes de la Abadía dicen: "muerte a los cristianos paganos, enemigos de Israel", "su nombre (Jesús) y su memoria deben borrarse" y "los cristianos al infierno».
El Patriarcado Latino de Jerusalén ha emitido una declaración condenando enérgicamente el reciente ataque y afirmando que "la única manera de lidiar con este tipo de actos es controlando la educación impartida en las escuelas, donde son instruidos estos jóvenes, y monitorear aquellos que incitan a la intolerancia contra los cristianos".