En una declaración episcopal, los obispos de Rwanda exigieron a la prensa no implicar a la Iglesia en el país como responsable de las matanzas que en 1994 acabaron con las vidas de 500 mil pobladores.
"Acusar a la Iglesia católica de no reconocer su parte de responsabilidad en la propagación de la ideología del genocidio en Rwanda es sin fundamento. La Iglesia tiene razón de no reconocer un crimen que no cometió", señalaron los prelados en el texto publicado por el bimensual religioso Kinyamateka.
Los nueve obispos de ese Estado reconocen la existencia de responsabilidades individuales -pero no institucionales- en el clero respecto a las masacres.