La Conferencia de Obispos Católicos de Kenia (KCCB) indicó que la intención del gobierno de cerrar los campos de refugiados de Dadaab y Kakuma, en el norte del país, es "desafortunada" y "lamentable".
En una declaración conjunta, los obispos pidieron al gobierno que "deje de lado la funesta idea" y, en cambio, se concentre en mantener a los refugiados a salvo.
"Es muy desafortunado y lamentable que la intención de las autoridades de Kenia de cerrar en un plazo breve los campamentos de refugiados de Dadaab y Kakuma se produzca en un momento en que estas personas necesitan ayuda", indicaron.