Luego de una serie de fuertes críticas que siguieron al anuncio de que el gobierno usaría 160 millones de dólares para cubrir abortos en los estados de Pensilvania y Nuevo México en Estados Unidos, el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) emitió una declaración en la que precisa que la mencionada práctica infanticida se excluye de dicho programa.
El Cardenal Daniel DiNardo, Jefe del Comité de Actividades Pro-vida de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, acogió con agrado el anuncio, precisó que lo ocurrido es un "precedente alarmante" y exigió una ley definitiva que prohíba el uso de fondos públicos para el financiamiento del aborto.
En una nota el Purpurado indica que "esta situación ilustra nuevamente la necesidad que tiene el Congreso para generar una legislación que establezca de una vez por todas que los fondos usados por la PPACA (Ley de Protección al Paciente y Cuidado Sostenible) no pagarán abortos o no servirán para coberturas que lo incluyan".