Los obispos de Arizona (Estado Unidos) expresaron su preocupación por la decisión del Estado de reanudar las ejecuciones desde septiembre u octubre, incluyendo la posibilidad del uso de la cámara de gas.
Documentos obtenidos por The Guardian muestran que el departamento de correccionales de Arizona gastó más de dos mil dólares en los elementos necesarios para elaborar el cianuro de hidrógeno, el mismo gas que se usó en el campo de concentración nazi de Auschwitz.
Los documentos también revelan que el Estado ha renovado su cámara de gas para ejecuciones.