Al presidir el tedeum por el 203° aniversario de la Revolución de Mayo, los obispos coincidieron en hacer un llamado a la unidad y a seguir trabajando por la justicia y la solidaridad en un país donde las desigualdades y la pobreza todavía son evidentes, pese a los esfuerzos realizados.
En las homilías por el 25 de Mayo también exhortaron a un mayor diálogo y al respeto de la diversidad de opiniones, pidieron buscar consensos en pos del bien común de los argentinos, y destacaron la especial bendición para el país que implica la elección pontificia del Cardenal Jorge Mario Bergoglio y la próxima beatificación del Cura Brochero.
Mons. Mario Poli dijo que "al elevar con nuestras voces el Te Deum, rezamos por una comunión que va más allá de simples convenciones de ocasión; debemos apostar por una comunión que no le tenga miedo a la variedad de ideas, porque una convivencia razonable tiene la capacidad de construir la unidad deseada a partir de la saludable diversidad de personas, que lejos de confundirla, más bien la manifiesta".