El Obispo de Banja Luka (Bosnia-Herzegovina), Mons. Franjo Komarica, expresó su esperanza de que mejore la situación de los croatas católicos en Bosnia, tras lograr reunir en marzo a políticos de Serbia y representantes de otras etnias que abordaron los problemas de los desplazados que retornan a Bosnia.
El Prelado explicó a la organización Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN) que el Gobierno de Bosnia-Herzegovina le ha asegurado hace poco su voluntad de tomarse en serio las propuestas de la Iglesia Católica y de actuar en consecuencia.
Según indica Mons. Komarica, las tres diócesis juntas sólo cuentan con 11 mil 600 católicos, cuando antes de la guerra eran unos 220 mil.