Luego de la destrucción de una iglesia en la Diócesis de Villarrica (Chile) a raíz de un incendio, el Obispo local, Mons. Francisco Javier Stegmeier, manifestó que se puede "reconstruir el templo porque la comunidad cristiana se mantiene viva".
Durante la madrugada del 10 de enero comenzó un incendio en la parroquia San Sebastián de Curarrehue, iglesia construida en 1953 por Mons. Francisco Valdés Subercaseaux, Obispo que realizó un incansable labor de evangelización en la zona sur y fue promotor de la paz que evitó la guerra por el Canal Beagle entre Chile y Argentina en los años 80.
Las llamas consumieron por completo la estructura de madera y las causas del siniestro aún se encuentran en investigación.