4 de julio de 2013 / 10:51 AM
En la homilía de la Misa que presidió esta mañana en la Casa Santa Marta, en donde reside, el Papa Francisco señaló que nuestro documento de identidad es ser hijos de Dios y nadie nos lo puede robar.
El Santo Padre meditó sobre el pasaje del Evangelio en el que se narra la curación de un paralítico. Jesús le dice "ánimo hijo, te son perdonados los pecados". Tal vez esta persona, dice el Papa, quedó un poco "desconcertada" porque deseaba ser curada físicamente. Luego y ante las críticas de los escribas que lo acusaban de blasfemar "porque solo Dios puede perdonar los pecados", Jesús también lo cura en el cuerpo.
En realidad, prosigue el Papa, las curaciones, las enseñanzas, las palabras fuertes contra la hipocresía eran un signo de lo que Jesús en realidad estaba haciendo, un signo de "un milagro más profundo".