En respuesta a la orden emitida por el Tribunal Administrativo de Rennes (norte de Francia) en la que se ordena retirar la cruz que está sobre la estatua del Pontífice en la plaza Juan Pablo II en Ploërmel, un colectivo ha lanzado una campaña para recolectar firmas con el fin de defender la imagen.
La orden de tribunal surge de la agrupación trotskista Federación de Libre Pensamiento de Morbihan, que señala que la cruz en la estatua atenta contra la ley de 1905 que dicta la separación entre la Iglesia y el estado.
Según esta ley, no se debe colocar ningún signo religioso como emblema en los monumentos o en cualquier espacio público. El único lugar permitido son los lugares de culto, cementerios o museos.