El Arzobispo de Piura y Tumbes, Mons. José Antonio Eguren, recordó a sus feligreses que "no hay mayor irresponsabilidad para los tiempos que nos han tocado vivir que no aspirar responsablemente" a la santidad.
En su primera carta pastoral como Arzobispo local, Mons. Eguren reflexionó sobre las implicancias del mes de octubre, marcado en Perú por profundas devociones cristianas. Mientras en Lima y todo el Perú se celebra al Señor de los Milagros, en su jurisdicción miles peregrinan al santuario del Señor Cautivo de Ayabaca.
El Arzobispo precisó que la devoción sincera a estas advocaciones cristológicas "debe impulsarnos a una intensa vivencia de la santidad, exigencia de nuestro bautismo y por tanto vocación de todo cristiano sin excepción, en su particular vocación y estado de vida".