El P. Giancarlo Bossi del Pontificio Instituto Misionero Estere (PIME), que fuera liberado el pasado 19 de julio tras permanecer 39 días secuestro por extremistas musulmanes, afirmó que "no dejaremos nuestros puestos de trabajo pese a los riesgos que podemos encontrar" en Mindanao, Filipinas.
"La semana pasada nos encontramos todos los del PIME que trabajamos en Filipinas con nuestro Superior General, y hemos reafirmado que nuestra presencia en Mindanao continúa", explicó el sacerdote italiano para quien "la alegría más grande de la liberación es haber vuelto a mi parroquia y saludar a mis parroquianos".
"Debía retornar rápido -porque en Payao hay una gran mayoría de cristianos, pero al centro 50 por ciento es musulmán y 50 por ciento es cristiano- para evitar, llamémoslo así un encuentro de civilizaciones o una guerra de religiones", indicó.