El Obispo Caldeo de Alepo, Mons. Antoine Audo, compartió algunos aspectos de la tragedia que están viviendo los cristianos a causa de la guerra que desde hace cinco años asola al país y pidió en Suecia que "no abandonen nuestra amada Siria, no dejen que sea destruida y fragmentada".
En el encuentro ecuménico realizado en Malmo, Suecia, ante el Papa Francisco y las autoridades luteranas locales, el Prelado dijo que "nuestra tristeza es ver un cristianismo rico y hermoso está a punto de desaparecer".
El cristianismo en Siria, recordó el Obispo, está caracterizado por "un profundo sentimiento de ecumenismo, por un estilo de vida en el que cristianos orientales y musulmanes están acostumbrados a vivir juntos, algo que reduce el fanatismo y la desconfianza".