"Los movimientos laicales, las asociaciones, las nuevas comunidades eclesiales nacidas en el post-Concilio son una riqueza para la Iglesia, la fortalecen y dan vida. Su efecto es como el de una transfusión de sangre para la Iglesia del tercer milenio", afirmó el Obispo Auxiliar de Melbourne, Mons. Christophere Prowse, luego del encuentro del Santo Padre con estas asociaciones de fieles en la Solemnidad de Pentecostés.
Según informa la agencia vaticana Fides, el Prelado señaló los principales elementos que caracterizan la identidad de los movimientos eclesiales y alentó a los jóvenes católicos a entrar a formar parte de ellos, para ser sostenidos en su camino.
El Obispo explicó que estas características son: la llamada a la santidad; el fuerte amor por Jesucristo y por la Iglesia; el punto de referencia constante al magisterio petrino, el uso cotidiano de la Palabra de Dios y la promoción de una plena vida sacramental; una atención particular a la evangelización, asumiendo responsabilidad social; el amor a María; el esfuerzo por el diálogo ecuménico e interreligioso.