Una comunidad de monjas benedictinas conocidas por crear y distribuir las hostias bajas en gluten para la Comunión, sufrieron un gran impacto negativo en sus ventas debido a la suspensión de las Misas públicas y la consecuente caída en la demanda de hostias en Estados Unidos.
Las Hermanas Benedictinas de la Adoración Perpetua en Clyde, Misuri (Estados Unidos), se dedican a producir hostias para la Comunión, también llamadas "panes del altar", desde principios del siglo XX, como un medio para sostener a su comunidad religiosa.
La hermana Ruth Starman, jefa del Departamento de Pan del Altar de la abadía, dijo a CNA – agencia en inglés del Grupo ACI- que por la pandemia sus ventas de hostias disminuyeron casi en un 75% en comparación con años anteriores. Debido a ello, dijo que la abadía tuvo que despedir en septiembre del 2020 a 13 trabajadores, cuya mayoría eran laicos de la comunidad local.