El Papa Francisco escuchó con atención el testimonio de una religiosa argentina misionera que aseguró estar dispuesta "a dar la vida por Grecia" y agradeció su misión en este país del Mediterráneo.
"Gracias, hermana, por su testimonio. Es importante que los religiosos y las religiosas vivan su servicio con este espíritu, con un amor apasionado que se hace don para la comunidad donde son enviados", indicó el Papa este 4 de diciembre en su discurso pronunciado en la Catedral de San Dionisio en Atenas durante su encuentro con la comunidad católica del país.
El nombre de la religiosa es María Virgen del Prado Bravo. Nació en la provincia de Santiago del Estero en Argentina en una familia católica y es la hija mayor de ocho hermanos.