Al recibir esta mañana las cartas credenciales de la nueva embajadora de Eslovenia ante la Santa Sede, Maja Marija Lovrenčič Svetek, el Papa Benedicto XVI señaló que la misión específica de la Iglesia Católica "en cualquier parte del mundo, es proclamar el Evangelio y llevar a todos los seres humanos la salvación que viene del Señor Jesús".
"La integración de la nación eslovena en la Unión Europea, lograda en estos últimos años, de forma cada vez más orgánica, tiene entre sus supuestos fundamentales las comunes raíces cristianas del viejo continente".
El Papa dijo que "en la historia del pueblo esloveno emerge con evidencia la huella de los valores morales y espirituales del cristianismo. Este patrimonio ha sido, incluso en los momentos más difíciles y dolorosos, un fermento constante de consuelo y esperanza, y ha sostenido a Eslovenia en su camino hacia la independencia, después de la caída del régimen comunista".