Miles de personas, junto a obispos, religiosos y decenas de diplomáticos, participaron este miércoles al funeral de las tres misioneras javerianas asesinadas el domingo en su convento en Burundi, para expresar su agradecimiento por los años que dedicaron al servicio de los más pobres.
Ayer fue detenido el hombre que asesinó a las hermanas Olga Raschietti, Lucia Pulici e Bernardetta Boggian. Asimismo, se informó que el Presidente de la Conferencia Episcopal de Burundi, Mons. Gervais Banshimiyubusa, ha pedido una comisión independiente que descubra la verdad de esta brutal agresión, pues no es convincente la declaración del asesino, quien dice actuó luego de descubrir que el convento está en un terreno que es de su familia.
Luego de la ceremonia, los cuerpos de las tres religiosas fueron trasladados a Bukavu, en la República Democrática del Congo, donde realizaron labor pastoral antes de llegar Burundi. Mañana serán sepultadas en el cementerio de Panzi, junto a otros misioneros que han muerto o fueron asesinados en África.