Miles de jóvenes argentinos al promediar las 10:00 p.m. de ayer lunes se congregaron para participar de la vigilia de oración en acción de gracias por el pontificado de Papa Francisco y para esperar la transmisión en directo de la Misa de inicio del ministerio petrino, en un evento organizado por el Arzobispado de Buenos Aires (Argentina) en la Plaza de Mayo.

Con un ¡Viva el Papa! seguido de los rezos de un Padre Nuestro, una Ave María y un Gloria, se dio inicio, media hora más tarde, a la oración y escucha de las homilías del Papa Francisco registradas en sus Misas como Cardenal y recordando a través de imágenes su ardua labor pastoral en Argentina.

También se observó la presencia de familias enteras, grupos de niños representando a sus colegios acompañados de sus madres y profesoras, seminaristas, sacerdotes, religiosas y personas mayores.

En orden y utilizando sólo una de las puertas laterales de la Catedral, los participantes ingresaban a ella para confesarse, participar en la Adoración Eucarística y en el rezo del Santo Rosario, entre otros.

La alegría que engalanó la noche, fue la llamada sorpresiva de Francisco quien no dejó de pedir lo que siempre ha hecho a través de sus cartas, sus saludos y también cuando asumió el Pontificado: "recen por mi". Además les dijo "no se olviden de este Obispo que está lejos y los quiere mucho".

Por otro lado, pensando siempre en los pobres y respondiendo al llamado a la caridad que Francisco hace a todos, los jóvenes de Acción Católica estuvieron por más de 12 horas en un camión de Red Solidaria ubicado al costado de la Catedral, recolectando alimentos no perecibles que los participantes de la vigilia donaron.

Durante la trasmisión de la Misa las personas participaron con mucha alegría, en un clima de emoción pero siempre atentos a cada acción y palabra de Francisco, a quien aplaudieron vivamente.

Al finalizar la vigilia, algunos jóvenes compartieron con ACI Prensa su testimonio. Vanessa Godo Benites dijo que está "feliz por el amor que tiene por la Iglesia, la caridad que está predicando, la fraternidad, la esperanza".

Nadia, catequista de la parroquia Jesús Sacramentado, señaló que el Santo Padre es "siempre nuestro Padre de aquí de Buenos Aires" y agregó que ve con alegría "la cercanía de la gente, el amor y el compromiso, y creo que despertó una iglesia argentina un poco apagada o un poco tímida".

Un joven del Movimiento de la Palabra de Dios dijo a su turno que él vivió "un día bastante hermoso, estuvo muy lindo, lo más lindo de todo es ver a todos unidos, ver en un evento donde se pide perdón donde las cosas se recuperan, donde hay una honestidad una humildad importante".