Miles de fieles llegaron a la Catedral de Manila para dar el último adiós al Cardenal Jaime Sin, quien fuera durante 29 años su Arzobispo.
El Purpurado falleció el 21 de junio pasado luego de una falla general de sus órganos vitales y septicemia.
Inmediatamente después de su muerte, la Presidenta Gloria Arroyo-Macapagal declaró una semana de luto nacional por el tránsito del Cardenal. Durante toda la semana, miles de filipinos formaron una interminable fila para despedirse de su querido pastor, quien sería luego enterrado en la cripta de la catedral.