Tras este proceso el metal es pulido, limpiado y pintado de blanco con tintes especiales.
Según el artista lo más trabajoso fue crear el rostro del Papa porque fue hecho en su totalidad de bronce y tuvo que dedicarle dos meses enteros en esculpir su expresión. De igual modo las manos significaron otro desafío, ya que tuvo que hacer un análisis en 3D para capturar los detalles.
Por otra parte, las zapatillas serán de color negro y se verán desgastadas para mostrar la sencillez y humildad del Santo Padre, mientras que la paloma sobre su mano tendrá la característica de ser el doble de tamaño que una real.
Pedro Francisco Rodríguez inició su carrera en el arte hace 40 años y es creador de esculturas como el monumento al Policía Caído, el monumento al Bombero, la escultura de Santa Teresa de Ávila y el Umbral del Milenio.