Más de 40 mil personas desfilaron ayer por las calles de Roma en la quinta edición de la Marcha por la Vida, un evento que quiere darle voz a los que no tienen voz y denunciar las amenazas del aborto y la eutanasia en Italia y el mundo.
Entre los miles de participantes estuvo Mary Rathke, una prueba viviente de que aquellos que fueron concebidos por violación merecen la vida y no el aborto. "Muchas personas utilizan el motivo de violación para aceptar abortos", dijo a ACI Prensa.
"Dicen que es el hijo del violador, el hijo de un monstruo y que nadie lo querría", continuó Mary, quien fue concebida a causa de una violación que sufrió su madre cuando regresaba a su casa desde el trabajo en Michigan, Estados Unidos.