Los pobres de Roma que son asistidos por la Limosnería Apostólica del Vaticano hicieron un especial obsequio al Santo Padre, en el día de su cumpleaños número 84: le obsequiaron un ramo de girasoles para adornar la capilla de la Casa Santa Marta, donde reside.
La Oficina de Prensa de la Santa Sede explica que el obsequio de las flores amarillas es ciertamente un gesto sencillo "para recordar la necesidad de orientar siempre la vida hacia el Señor, presente en los más débiles", haciendo alusión a la propiedad estas flores de girar en dirección a los rayos del sol.
El diario del Vaticano, L'Osservatore Romano (LOR), informa que el Papa vive "este día de fiesta como en años anteriores, con las demás personas con las que comparte la residencia en la Casa Santa Marta".